“Los mayores”
JÓVENES ESCRITORES:
Iria (1º de Bachillerato) nos envía esta reflexión sobre las ideas asumidas al respecto de la juventud y la madurez. ¿Quizá lo estamos entendiendo al revés...?
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Desde que era pequeña siempre pensé que nunca entendería nada sobre “los mayores”, y sí, digo “mayores” entre comillas porque a veces solo lo son por el título o la edad que tengan.
Ellos mismos son los que se ponen la chapa de superiores a nosotros y la razón que dan para que los aceptes es “porque sí”. Creo que desde que yo tengo conocimiento he oído esas dos palabras miles, millones de veces. Lo malo es que, de tanto escucharlas, las termino odiando o algo mucho peor ,utilizando; y si ese es un síntoma de que me estoy haciendo mayor, pues tendré que buscarle cura. ¿Qué me decís de cuando se hace la pregunta :”¿Por qué tu puedes y yo no?”, y ellos te responden: “Porque yo soy mayor y tengo razón y tú eres pequeña y con poca experiencia?
Ellos no solo se etiquetan a sí mismos como mayores, sino que a los jóvenes nos tachan de inocentes, sin fuerza, inofensivos, inocentes, a veces problemáticos y hasta tontos. Viéndolo así, a cualquiera le dan ganas de ser mayor. Se pintan de fuertes, valientes, listos y algunos incluso de perfectos ,pero claro, no nos piden opinión sobre lo que nosotros vemos de ellos.Pueden que sean fuertes y valientes, pero aún así le temen a cosas tan insignificantes como una cucaracha, un ratón, montarse en una atracción…Sin embargo, nosotros ¿qué hacemos?: no nos subimos a una silla por ver una simple cucaracha y vemos a un ratón como a nuestra mejor mascota, llegamos a un parque de atracciones y en lo último que pensamos es en peligro.
¿Listos, los mayores?: Dependiendo de para qué, lo hacen todo complicado y ponen pegas a todo; en cambio nosotros buscamos una manera de hacer las cosas simples y sencillas para poder hacer después otras cosas.
Luego le sigue el mito de los dibujos animados. Siempre dicen “eso lo ven los niños pequeños”, pero qué darían ellos por volver a ver “Las aventuras de Tom y Jerry”, sin noticias espantosas que hablan sobre asesinatos, violaciones…
Pero ahora, siendo adolescente nada cambia; los raros somos nosotros por querer transformar la realidad en otra cosa muy diferente a lo que realmente es, mientras que ellos son “los normales” viviendo en la monotonía y sus problemas de “mayores”.He dicho tantas veces a los cuatro años: Quiero ser mayor, que ahora mismo me parece una estupidez. ¡Con lo bonita que es la juventud, con sus juegos, sus ligues, sus juergas y sus dulces!
Creo que deberían cambiarnos las etiquetas, ya que “los mayores” tendrían que pasarlo bien y dejar tanto agobio y estrés a un lado para pasar un buen rato y aprender de “adolescentes y niños”.
¿Estás de acuerdo? Déjale un comentario a Iria.
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