Cómo hacer un buen comentario crítico o texto argumentativo
A continuación realizaremos un comentario crítico modelo.
NOTA: Este comentario crítico está orientado al examen de selectividad. Si quieres, puedes aprender cuestiones generales de cómo hacer un buen texto argumentativo aquí. Tal vez te interese también aprender los tipos de argumentos más habituales, o trucos para realizar un buen comentario crítico. si quieres, aquí tienes una lista de conectores textuales, que ayudan en la redacción del comentario.
Partimos del siguiente texto de Javier Marías publicado en "El País" el 30 de noviembre de 2014, y ofreceremos las pautas para realizar un buen comentario.
EJEMPLO (texto de JavierMarías, «El País», 30 de noviembre de 2014)
ANA FIDALGO
La obsesión compulsiva por publicar nuestra vida en las redes sociales es abiertamente cuestionada en este artículo de opinión de Javier Marías. El magnífico novelista critica la dependencia exagerada de este acto de inmadurez social, que termina por provocar una incapacidad para valorar la belleza de las cosas en sí misma, dentro del contexto de nuestra privacidad. Su tono es marcadamente pesimista, al cuestionar la pérdida de individualidad provocada por esta dependencia social. Se trata, pues, de un tema de indudable actualidad, dado el arraigo masivo del uso de las redes sociales en nuestro mundo globalizado y tecnologizado.
No puedo estar más de acuerdo con el autor. Coincido en su visión ciertamente negativa de la capacidad actual para mantener nuestra privacidad al margen del dominio público. Es obvio que somos seres sociales con fuertes necesidades comunicativas. Sin embargo, la dependencia obsesiva por mantenernos visibles virtualmente acaba por dominar nuestra existencia hasta tal punto que parecemos condenados a «vivir para colgar». La gente tiene la sensación de que todo lo que no comparte no es vivido realmente, como si desapareciera sin esa banal constatación social. Y sin embargo, el peso de esta dependencia puede ser terrible. Ya pregonaba Fray Luis en su «Oda a la vida retirada» cómo alejarse de la fama y del dedo señalador del mundo puede reportar una felicidad inestimable: «A solas, sin testigo, / libre de amor, de celo, / de odio, de esperanzas, de recelo».
Por una parte, el uso de las redes sociales genera una dependencia incontrolada y, a veces, incluso patológica. Son comunes los casos de adolescentes y también, cada vez más, adultos, que generan una ludopatía asociada al uso de las redes sociales. Conozco a una chica que sufría crisis de ansiedad causadas por los comentarios que sus publicaciones en Facebook generaban en sus «amigos» virtuales. Por otro lado, deberíamos plantearnos si el hecho de compartir una actividad la hace más real o le resta calidad a esa vivencia. Recientemente, un locutor de «Radio 3», Ángel Carmona, contaba en su programa, «Hoy empieza todo», cómo un día perdió el móvil en el autobús. Durante el tiempo que pasó sin él volvió a viajar por la ciudad observándola, mirando a la gente; incluso leyó un libro durante un trayecto en tren… El locutor se mostraba admirado del disfrute del tiempo con que había vivido aquellas horas.
Tiene mucha razón Marías cuando afirma que nos comportamos como niños inseguros llamando la atención de los mayores. Creemos que no somos nada si no podemos constatar las experiencias vividas mediante una imagen compartida. En los últimos Sanfermines, una foto en un periódico mostraba a varios corredores caídos que, mientras el toro les pasaba literalmente por encima, elevaban sus teléfonos móviles para inmortalizar el momento. ¿Realmente el dramatismo de esa imagen justifica un acto que podría costarnos la vida?
En conclusión, la deriva de nuestra intimidad en las redes sociales conlleva un daño seguro al provocar un estrés y una inseguridad que fácilmente podríamos evitar sintiéndonos dueños reales de nuestra vida. Volvamos a mirar a la gente, juguemos con nuestros hijos, salgamos a charlar con nuestros amigos, viajemos con los ojos abiertos, leamos, escuchemos música… Vivamos la vida para nosotros y nuestra propia felicidad, y no para el vacío seguro del tenebroso mar de Internet, donde las redes solo pescan los deshechos humanos de lo que nos gustaría que los demás creyesen que somos, y no lo que somos en realidad. Porque, en definitiva, tal vez ni nosotros mismos sabemos ya quiénes somos.![]()
Las pautas que hemos seguido para realizar el comentario son las siguientes:
*CUESTIONES GENERALES:
1. Extensión máxima del comentario: carilla y media. Extensión máxima de cada oración: cuatro o cinco líneas (unas cuarenta palabras, máximo por oración).
2. Cuidamos la presentación: márgenes adecuados (los cuatro de la página), sangría de 1ª línea de cada párrafo (no se hacen espaciados entre párrafos), limpieza (legibilidad, buena caligrafía, evitamos tachones), interlineado correcto para facilitar la lectura.
3. Cuidamos la ortografía (incluidas tildes, tildes diacríticas…).
4. Entrecomillamos las citas, palabras en otra lengua o expresiones especiales (con comillas españolas: «...»).
5. Cuidamos la expresión:
6. Evitamos decir continuamente: «en mi opinión», «yo pienso»… Muestra inseguridad.
- léxico cuidado, variado, culto y preciso;
- utilizamos adjetivos valorativos: incuestionable, obvio, terrible, sorprendente, descorazonador...
- evitamos vulgarismos y expresiones coloquiales;
- evitamos repeticiones de palabras y expresiones próximas o en la misma oración;
- evitamos palabras como «cosa», y verbos como «decir» (expresar, opinar, constatar, afirmar, cuestionar, proponer, reforzar, manifestar, declarar, exponer, enunciar, observar, negar…)
7. Evitamos emplear la primera persona de singular («yo opino»). Mejor decir «nosotros» («tendemos a pensar») o utilizar la impersonal activa con «se» («se cree, se afirma»).
8. Evitamos siempre implicar al lector. No decimos: «Cuando publicamos nuestra vida en las redes» o «cuando publicas tu vida en las redes». Sí decimos: «La gente suele publicar su vida en las redes» o «Cuando alguien publica su vida en las redes». Mucho menos, «tú».
9.Cuidamos la redacción: coherencia sintáctica, («La mayoría de la gente opina», no «la mayoría de la gente opinan»), no variar el tiempo verbal (se redacta en presente, a no ser que cuentes un hecho o anécdota del pasado), cada oración con un verbo principal….
10. Cuidamos el uso de las comas. No ponemoscoma entre el sujeto y el verbo, ponemos coma para marcar aclaraciones, no ponemoscoma antes de «y», ponemos coma o punto y coma antes de «pero, sin embargo, aunque, sino...».
11. Cuidamos el uso de los relativos:
12. Usamos la parataxis y la hipotaxis: coordinación (copulativas, adversativas, disyuntivas y explicativas) y subordinación (sustantivas, relativas, adverbiales), pero con moderación (como truco, no construimos oraciones mayores de cuatro líneas).
- No suelen ir iniciando oración (no van después de un punto).
- «El/la/los/las cual/cuales» suelen ir tras preposición (« a los cuales, para el cual, con la cual...»). Evitamos usarlos sin preposición y, si los usamos así, siempre van después de coma.
- Nos aseguramos de comprobar si los relativos «que, quien, donde, como, cuando» o preposición más «que» introducen oraciones especificativas (aclaran o restringen el significado de la principal; si las quitamos, cambia el sentido: «Las casas que vimos eran grandes») o explicativas (indican una cualidad de la principal y si las quitamos la oración tiene sentido: «María, que es muy aplicada, siempre aprueba»). En el caso de las explicativas, llevan coma; en el de las especificativas, no.
13. Usamos al menos tres conectores en todo el texto, sobre todo al principio de párrafo (no en el primero del texto). Por ejemplo: «sin embargo, por otra parte, primero, por último, a pesar de esto, no obstante, asimismo, por consiguiente, es decir, por ejemplo, «verbi gratia», por otra parte, en este caso, en otras palabras, o sea, por esta razón, en conclusión…).
14. Usamos al menos tres párrafos, siendo el primero y el último breves (entre tres y cinco líneas).

A. BREVE PÁRRAFO INTRODUCTORIO QUE COMENTA EL TEXTO:
1. Evitamos empezar con «este texto», «en este texto»… Es mejor decir: «La obsesión compulsiva por publicar nuestra vida en las redes sociales es abiertamente cuestionada en este artículo de opinión de Javier Marías...», que decir: «El texto que vamos a comentar es un artículo de opinión de Javier Marías donde el autor critica...».
2. No ofrecemos datos externos al texto que se ofrece (no decimosen qué periódiconien qué fechase publicó).
3. Indicamos el tipo de texto: si es un artículo de opinión (si no estamos seguros, decimos «artículo periodístico»), un texto informativo o un texto literario.
4. Señalamos el tema del texto (aborto, eutanasia, incendios forestales, independencia de Cataluña, islamismo, terrorismo...).
5. Señalamos la tesis del autor (convencer, persuadir, opinar, informar, criticar, advertir, sugerir, quejarse, pedir, influir, proponer, etc.).
6. Comentamos brevemente la actualidad o interés del tema (social, político, intemporal, educativo, humano, sanitario, ecológico, internacional......) y el tono del autor (sarcástico, irónico, exagerado, comedido, optimista, pesimista...; muestra indignación, tolerancia, sorpresa, rabia…).
7. Analizamos los argumentos del autor: ¿son válidos, convincentes, exagerados, parciales…? Podemos decir qué tipo de argumentos utiliza predominantemente: de autoridad, ejemplos, de analogía, de causa-efecto, emotivos, éticos, ecológicos, morales, humanos, sociales, artísticos, culturales…
8. Expresamos claramente nuestra tesis, indicando acuerdo, desacuerdo, matización con la del autor.
Puede ir al final de este párrafo o al principio del siguiente.
B. PÁRRAFO MÁS LARGO (PUEDE SUBDIVIDIRSE EN MÁS PÁRRAFOS) CON NUESTRA ARGUMENTACIÓN:
1. Ofrecemos argumentos variados y originales para desarrollar nuestra tesis (al menos, tres diferentes):
2. Somos originales: evitamos repetir los argumentos o los ejemplos del texto.
- Ejemplos de nuestra vida: familia, amigos, anécdotas personales…
- Relación con acontecimientos históricos, filosofía, películas, cultura, libros (especialmente con las lecturas del curso), personajes actuales o históricos, series o programas de televisión, situaciones de la actualidad…
- Citas, refranes, sentencias de sabiduría, referencias a personajes históricos o de la actualidad…
- Datos, estudios, encuestas…
- Valoración del tema en relación con valores (bondad, solidaridad, valentía, compasión, compañerismo, humanidad, empatía…) o antivalores (crueldad, maldad, egoísmo, violencia, odio, sufrimiento…).
3. Nos referimos a algún argumentos del autor (copiamos una pequeña cita, entre comillas) para confirmar su validez o cuestionarla): «Es bien cierto que...», «se equivoca el autor cuando afirma...», «no puedo coincidir con el autor en...»
4. Podemos utilizar alguna expresión latina: «a priori», coindición «sine qua non», «motu proprio», «verbi gratia»…
5. Podemos utilizar recursos estilísticos: metáforas, metonimias, comparaciones…
6. Usamos interrogaciones retóricas (sin abusar, una o dos en un comentario).

C. BREVE PÁRRAFO CON LA CONCLUSIÓN:
1. Lo introducimos con un conector: «en conclusión, en definitiva, para terminar, en resumen, finalmente, para concluir, como corolario (consecuencia lógica)»...
2. Hay varias opciones:
3. Para terminar, utilizamos siempre una oración más atrayente, original, con gancho, más literaria o estilística.
- Hacemos una recapitulación, síntesis o resumen de lo fundamental, de nuestra tesis.
- Llegamos a una conclusión que se infiere o deduce de lo expuesto en la argumentación.
- Incorporamos una idea final atrayente, especial (cita, contenido emotivo, petición o sugerencia…).
- Podemos mezclar un par de las ideas anteriores.

Espero que te haya ayudado. Practica y harás buenos comentarios.
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