El Modernismo literario

EL MODERNISMO

LA POESÍA ESPAÑOLA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: ANTONIO MACHADO Y JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Dibujo: Modernismo, cisne y mujer dormida sobre el agua

EL MODERNISMO

El Modernismo es el movimiento que predomina en la poesía de principios del XX. Como reacción al Realismo, busca crear un universo imaginario de belleza, exotismo y sensualidad. 
  
CARACTERÍSTICAS
 - Renovación formal, que se plasma en la búsqueda de la armonía, la perfección, la belleza.
§ Esto se consigue a través del predominio de los valores sensoriales (así, destaca la renovación del lenguaje con vocabulario de los campos semánticos del color, de los efectos sonoros, etc.) Esto se traduce en un copioso empleo de sinestesias (verso azul, esperanza olorosa, risa dorada, blanco horror, sol sonoro, etc.)
§  El léxico se enriquece con cultismos y voces de exótica resonancia (unicornio, pavanas, ebúrneo, cisne, etc.)
§ Para conseguir el ritmo y la armonía, los modernistas proponen una renovación métrica en la que predominará el uso del verso alejandrino.
- Temas: (actitud ante la vida similar a la del escritor romántico, ya que sienten un malestar ante la sociedad burguesa a la que consideran vulgar y contra la que mantienen una postura inconformista ,que se refleja en un estilo de vida bohemio.
§ Predominio (sobre todo en una primera etapa) de temas relacionados con lo legendario, lo pagano, lo exótico, lo cosmopolita. El cosmopolitismo se plasma sobre todo en la devoción y la admiración que sienten por París, con sus cafés, sus elegantes salones, la vida bohemia, etc.
§  “El escapismo”: el escritor se evade de la realidad adentrándose en un mundo de ensueño, exótico, pagano. Gusto por situarse en espacios y tiempos lejanos (la E.M., la antigüedad clásica, el mundo dieciochesco,...). Aparecen así: dioses, ninfas, caballeros y marquesas, viejos castillos, jardines perfumados, cisnes y libélulas, piedras preciosas, marfil, etc. Todo con la intención de escapar de una realidad que les resulta hostil, al igual que a los románticos, pero con un lenguaje más colorista.  Los modernistas crearon su mundo propio ideal que les permitiera afrontar la vida rutinaria. (Decía Rubén Darío:”Veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”.)
§  La melancolía es un tema central (con predominio de la presencia de lo otoñal, lo crepuscular, la noche)
§ El amor y el erotismo---- contraste entre un amor delicado (con la mujer idealizada) y un intenso erotismo (plagado de sensuales descripciones). Se trata de un amor imposible.
§ Exaltación de lo hispánico frente a la cultura anglosajona.
 INFLUENCIAS: PARNASIANISMO Y SIMBOLISMO
Con respecto al lenguaje, el Modernismo reacciona contra el retorIcismo, el descuido formal del Romanticismo y la “vulgaridad” del Realismo y del Naturalismo. Se nutre básicamente de dos movimientos líricos surgidos en Francia, en la segunda mitad del siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.

Parnasianismo y Simbolismo:
El Parnasianismo es una escuela literaria que adhiere al “arte por al arte”. Según esta tendencia artística encabezada por Theóphile Gaurier, se desarrollaba una poesía de una confección perfecta, separada de la realidad, y que reaccionaba contra los poetas sociales y el hombre burgués. Los escritores buscaban la perfección a través de una poesía descriptiva, basada principalmente en la temática grecolatina.
El Simbolismo es una corriente literaria subjetiva, que concibe el mundo como una trama misteriosa que presenta correspondencias entre los objetos que lo forman.
Para sus representantes, la misión del poeta es sugerir esas alianzas por las que un objeto evoca a otro, con un lenguaje imaginativo lleno de símbolos (figura del discurso que representa un objeto abstracto mediante la mención de un objeto concreto, ej.: el cisne, símbolo de los modernistas, significa la belleza).
Los simbolistas dan al verso efectos musicales y aportan nuevas métricas que conjugan el ritmo, el color y la plasticidad.
Influido por las elaboraciones plásticas de los parnasianos y por las visiones musicales de los simbolistas, el Modernismo realiza su original trabajo artístico con la palabra buscando “la armonía verbal” del verso.

Esquema: características del Modernismo
RUBÉN DARÍO
Su Vida
Nació en Nicaragua (1867). En su mocedad adoptó posturas progresistas ante los problemas de América . Pronto conoció las nuevas tendencias poéticas, en particular las de origen francés. A los veintiún años alcanza su primer éxito con Azul. En 1892, cuarto centenario del Descubrimiento, viene a España y cono9ce a nuestros principales escritores. Vuelve en 1899, ya como un ídolo, y comparte las amarguras del ´98. Desde 1900, como diplomático, vive en París, en Madrid de nuevo, y viaja por Europa y América. Su vida fue intensa; los excesos miraron su salud y le llevaron a una muerte prematura.
Estilo
Todo el Modernismo se encuentra en Rubén Darío. En él hallamos los temas paganos, exóticos, legendarios, cosmopolitas... o la intimidad doliente.
  • Su estilo ofrece variados tonos: lo frívolo, lo sensual, lo meditativo, la exaltación patriótica... Y siempre asombra su dominio de las más diversas formas. Sus deslumbrantes imágenes, su fuerza sensorial y su sentido de la musicalidad resultan proverbiales. Insistamos en el enriquecimiento de la métrica que llevó a cabo.
Trayectoria y obras principales
Tras varias obras primerizas, en 1888 publica el ya citado Azul. Su maestría es ya patente en los poemas a las citaros estaciones o en sus sonetos escritos en alejandrinos, a la francesa. Muy famoso es el dedicado a Caupolicán.
  • La consolidación de su estilo se da con Prosas profanas (1896), su libro más brillante y vitalista. Son inolvidables la Sonatina (“La princesa está triste / ¿Qué tendrá la princesa?”) “Era un aire suave...” , Divagación... Y aparecen los motivos hispanos: Cosas del Cid, Al maestre Gonzalo de Berceo, etc.
  • Otra cima de su obra son los Cantos de vida y esperanza (1905). Pero hay un cambio; junto a lo pagano o lo erótico aparecen tonos graves, inquietud, amargura. Son ahora más los poemas de temas hispánicos: Letanía de Nuestro Señor Don Quijote, poemas a Cervantes, Góngora, Velásquez, Goya... Y hay poemas políticos, nacido de la consecuencia del “98”: así, en Salutación del optimista,, donde manifiesta su fe en los pueblos hispánicos, o la Oda a Roosevelt, donde increpa a los Estados Unidos.
  • Aún publicó Darío otros libros, siempre interesantes, pero que no ofrecen logros superiores a los ya conseguidos.
No olvidemos, que es también un admirable prosista. Nos ha dejado espléndidos cuentos y muchos artículos sobre temas diversos.

Significación
Resulta ya obligado decir que sin Rubén Darío no podría explicarse la evolución de la poesía española en el siglo XX. Por eso, el gran nicaragüense tiene un puesto de honor en nuestra literatura. Así lo reconocieron ya los Machados o Juan Ramón Jiménez. Y los poetas de la “generación del 27” lo admiraron. Si en la posguerra descayó algo su estimación, en fechas más cercanas se le ha vuelto a valorar como uno de los grandes creadores de nuestra lengua.

EL MODERNISMO EN ESPAÑA
Durante los primeros años del siglo XX se publican los libros que serán los más representativos del Modernismo español: Soledades (1903) de Antonio Machado, Arias tristes (1903) y Jardines lejanos (1904) de Juan Ramón Jiménez, por citar sólo los autores que se incluyen en este tema. Se caracterizan por una poesía modernista, aunque con propensión a un mayor intimismo, lejos del Modernismo externo y brillante de los primeros libros de Rubén Darío, introductor en España del movimiento (este autor se estudia en otro tema).

En esos momentos, la poesía española se aparta del prosaísmo característico de buena parte de la lírica de la segunda mitad del XIX:
  • El lenguaje poético deja de expresar conceptos y se inclina hacia el deseo de sugerir sensaciones a través de la palabra.
  • Los poetas buscan efectos plásticos con el uso de colores.
  • Los efectos sonoros se buscan con recursos fónicos y alusiones a instrumentos musicales.
  • De la misma manera, en la poesía se pretende estimular el sentido del olfato, a través de la aparición entre los versos de distintos aromas.
  • De todo esto se deriva el gran enriquecimiento del léxico.
  • Los ambientes tienen un alto valor simbólico y evocador.
  • Finalmente, el ansia de renovación y el deseo de musicalidad llevan a una gran variedad métrica.
En los últimos años de la primera década se siguen publicando versos modernistas, pero apuntando ya nuevos caminos poéticos. El Modernismo español tiene su origen en Hispanoamérica, donde constituyó una búsqueda de renovación estética. Su principal representante americano fue el mencionado Rubén Darío.

En nuestro territorio, cronológicamente suelen diferenciarse dos fases en el Modernismo español: el militante o polémico y el asimilado o domesticado. La primera visita de Rubén Darío a España iniciará el movimiento, que tiene su apogeo en los primeros años del siglo, pero es efímero y enseguida cae en decadencia, aunque deja importantes huellas en la creación artística, propiciando la segunda fase, la del Modernismo asimilado, cuando ya los autores pasan a ocupar un lugar central tanto en el mercado editorial, atenuando en gran medida su actitud provocadora y acaban por ser integrados socialmente como parte de una moda bien considerada, que se extiende, más allá de la literatura, a las artes decorativas, a la arquitectura, a la indumentaria, etc.

Esquema de Modernismo español

ANTONIO MACHADO (1875-1939


Soledades. Galerías. Otros poemas
La aparición de Soledades coincide con el pleno apogeo del Modernismo, lo que queda claro a lo largo de los poemas que componen el libro. Predomina el tono melancólico y doliente, la anécdota argumental apenas existe y los temas son los propios del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia que se fue, los sueños...

Quería Machado dejar hablar a su alma. Utiliza el poeta símbolos con significados diversos y a veces cambiantes según los textos, entre otros, la fuente, el agua que brota representan anhelos e ilusiones, pero también la monotonía de la vida; la tarde es el momento propicio para la meditación, pero en ocasiones supone la decadencia y el acabamiento.

En la edición de 1907 desaparecen los poemas más modernistas y se añaden otros nuevos. Son de un corte más intimista. Se evoca constantemente el pasado perdido. Aparecen nuevos símbolos, como el de las galerías del alma, con el que Machado pretende reflejar su interior. El paso imparable del tiempo y la proximidad de la muerte dejan una huella de angustia. Aparece un Dios, al que se necesita vitalmente, pero al que la razón no puede explicar; es una circunstancia semejante a la que vivía Unamuno. Otra característica importante de la obra es que el paisaje descrito se impregna de los sentimientos del poeta, que se busca a sí mismo con estos versos, y que no podemos incluir en éste o aquel movimiento literario, pues es un producto de una reelaboración de lo que Machado conoce en poesía.

Campos de Castilla
En Campos de Castilla se observan cambios importantes con respecto a la obra anterior: se camina desde el subjetivismo hasta la realidad exterior que se impone aquí. El poeta sale de sí mismo para encontrar las claves de la realidad en Castilla, prueba con algo distinto a la introspección experimentada en su obra anterior. Hay una cierta vuelta a una poesía realista, con la que quiere despegar del Modernismo simbolista. Esto no será visto con buenos ojos por quienes, como Juan Ramón Jiménez, intentan alejarse también del Modernismo, pero por caminos distintos, el de la poesía pura. Poesía realista y poesía pura se enfrentan y quedarán opuestas durante largo tiempo en nuestra literatura.

En la obra encontramos poemas sobre paisajes y gentes de Castilla. Con una cierta mirada regeneracionista se destaca el contraste entre un pasado glorioso y un presente de ruina. Aparecen textos que describen Castilla y otros que pintan una negra visión de lo español. Después de la muerte de su esposa, cuando escribe desde Baeza sobre Castilla, el paisaje se vuelve de nuevo subjetivo. También en Baeza y con una visión progresista, denuncia una España tradicional que no evoluciona.

Aparece asimismo en el texto una poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral en el apartado de Proverbios y cantares. El libro se cierra con un grupo de poemas que destina a elogiar a personajes de la época, en los que refleja sus afinidades intelectuales y personales.

Nuevas canciones. De un cancionero apócrifo. Poesías de la guerra.
En Nuevas canciones se incluyen un centenar más de Proverbios y cantares, en los que Machado expresa sus inquietudes filosóficas. Toda esta poesía y la prosa que escribe en esos momentos desvela insatisfacción por la lírica intelectual, la propia de Juan Ramón Jiménez y por la lírica del XIX. Él busca una nueva poética que las supere a ambas y crea, tanto en poesía como en prosa, una serie de escritores apócrifos a través de los cuales expone sus ideas. Se opone Machado a la literatura deshumanizada de los nuevos poetas, según nos dice él mismo, las imágenes, los conceptos, los sonidos no son nada por sí mismos, sólo valen en poesía cuando son vehículos de hondos estados de conciencia.

Entre los últimos textos poéticos de Machado, dos grupos merecen destacarse: las “Canciones a Guiomar”, dedicadas a su amor por Pilar Valderrama, y las poesías escritas durante la Guerra Civil, en las que deja claro su compromiso social y político.
Antonio Machado escribe también teatro y prosa, pero esto no cabe en este tema.

Ya hemos visto como en la poesía de A. Machado se produjo una evolución que buscaba superar el Modernismo inicial. En la segunda década del siglo y por diferentes vías es esta una tendencia generalizada. La poesía modernista se ha convertido en repetición de sí misma y hacia 1914 se suele dar por terminado este movimiento, aunque su huella se va a mantener durante mucho tiempo en la literatura.

El final del Modernismo no se produce de una manera brusca, los nuevos poetas comienzan eliminando los elementos más ornamentales y superficiales y se adentran en un lenguaje más sencillo y personal, en el que no es rara ni la ironía ni, con el paso del tiempo, cierta intelectualización. Estos poetas fueron llamados posmodernistas o postsimbolistas, pero no fueron los únicos que se alejaron del Modernismo, otros lo hicieron acentuando el componente intelectual y refrenando el sentimental. Pero sin duda, el mayor innovador de la lírica española de su tiempo es Juan Ramón Jiménez. Aunque también en ese camino de la renovación debemos señalar el neopopularimo, una tendencia abierta por A. Machado y a la que no es ajena Juan Ramón. También encontramos en estos momentos una reacción al Modernismo en el Vanguardismo, que se estudia en otro tema.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)


Y centrándonos ya en JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, este autor concibe su obra como una unidad en la que se van integrando sus nuevos textos a la vez que se encuentran en estado de permanente corrección los ya existentes, siempre a la búsqueda de la perfección absoluta.

Un estudio diacrónico de su poesía nos permite conocer su evolución estética y el ahondamiento en su proceso creador. El propio poeta establecía en sus últimos años tres etapas en su obra: época sensitiva, época intelectual y época suficiente o verdadera.

La primera etapa llegaría hasta 1915. En las obras de este periodo descubrimos un tono decadente de inequívoca adscripción neorromántica en Ninfeas y Almas de violeta. Se reconoce la huella de Bécquer y la de los simbolistas franceses en Rimas .

Arias tristes y Jardines lejanos se encuadrarían en un Modernismo intimista y simbolista. Durante su estancia en Moguer compone varios libros, que se publicarán después. En muchas de estas obras se conservan los motivos modernistas, sin embargo, ya se adivinan elementos de una poesía más personal y un intento de superación de ese Modernismo, adentrándose en el camino metafísico que seguirá después su poesía.

Estío es ya un claro exponente del cambio en la lírica de Juan Ramón. Nos encontramos ante una poesía a la vez conceptual y formalmente sencilla, rasgos básicos en la segunda etapa.

La época intelectual se inicia con Diario de un poeta recién casado (1.916). Rompe de manera definitiva con las tendencias modernistas y abre nuestra poesía a las innovaciones vanguardistas más característica: verso libre, poemas en prosa, enumeraciones caóticas, palabras y frases en inglés, uso del collage, etc.

Pero además de estas novedades formales, este libro supone una nueva concepción poética en sentido más profundo. Desaparece la anécdota y se encamina hacia una poesía esencial, pura, desnuda, que busca la expresión de lo inefable como en la mística, no obstante, aún perduran los elementos de la realidad que el poeta conoce.

Los libros siguientes (Eternidades, Piedra y cielo, Poesía y Belleza) prosiguen el proceso de intelectualización y abstracción. En línea con el aristocratismo novecentista, el poeta se dirige “a la inmensa minoría”, aunque aclara que ello no contiene un sentido clasista.

En La estación total, la índole metafísica de estos textos es progresivamente mayor: busca dar sentido a lo que le rodea. El yo juanramoniano ansía lograr un estado de conciencia que explique las razones de la existencia. La última etapa de su poesía comprende toda su producción de los años de exilio.

En el otro costado contiene el poema Espacio, en el que se recrea líricamente los conceptos claves del último Juan Ramón (la unidad profunda de todo lo existente, la visión panteísta de la realidad, la conciencia del poeta como Dios que da sentido al mundo).

En Dios deseado y deseante se llega a la posesión de esa conciencia según la cual el poeta se identifica con Dios, un dios que nada tiene que ver con el cristiano. Un dios que se identificará con la Naturaleza y con la Belleza. Pero al final, Juan Ramón es consciente que no logra alcanzar sus anhelos, sólo puede perseguirlos.

Algunas páginas de Internet de interés para el tema:
Antología de estos autores (algunas incluyen la versión musicada en vídeo): http://dueloliterae.blogspot.com.es/2009/12/antologia-antonio-machado-juan-ramon.html

Fundación Juan Ramón Jiménez:

Centro Virtual Cervantes: Monografía sobre Juan Ramón: http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/jrj/

Antología de Juan Ramón por el título de los poemas:

Página dedicada a Machado en la página del Instituto Cervantes:

Amplia selección de poemas de Machado:

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